sábado, 20 de julio de 2013

Vencejo.

Hace 10 días, paseando por el parque de mi pueblo, encontré un vencejo común (Apus apus) en el césped, era aún una cría por lo que lo llevé a casa, no después de haber intentado que retomara el vuelo. Lo he conservado hasta el día de ayer, alimentándolo con gusanos de la harina (por recomendación del dependiente de la tienda de animales que suelo frecuentar). La verdad, es que darle animales vivos, con unas pinzas, ya supuso un trauma para mí...pero me animaba esa sensación de pensar en que este pájaro pudiera retornar en septiembre a África y en verano, regresar a España, no se, ha sido una experiencia un tanto peculiar, pero, ayer, cuando, con más miedo que vergüenza, lo llevé a ver si volaba, y para mi sorpresa, levantó el vuelo con una naturalidad tan pasmosa (eso sí, me dejó una deposición en mi mano como recuerdo). Fue cuestión de segundos hasta que perdí su silueta confundiéndose con sus congéneres; espero que pueda conseguir lo que deseo, vivir, libre...




No hay comentarios:

Publicar un comentario